Introspección

Ya lo he sostenido entre las manos,
lo he mirado por sus cuatro lados,
ya lo he analizado hasta la espina
ya le he echado luz a cada oscura arista.

Lo he estrujado, lo he expandido,
me he alejado hasta no ser percibido.
Ya lo he cortado en pedazos,
ya lo hice aparecer entre mis manos sin un daño.

Ya lo he tratado bien y lo he maltratado,
lo he repetido, lo he investigado,
lo comprendí, lo asumí, lo medité y lo grité,
he retornado sobre su esencia una y otra vez.

Pero solo llego siempre hasta el borde del abismo;
y aunque no sea cada vez el mismo
hay una misma respuesta:
Nada absolutamente adentro mio demuestra
que al menos alguna célula se ha enamorado de tí.


ENERO, 2008