Despedida

No son días alegres
ni sopla el mejor de los vientos
ni me evoca el sol siquiera
un solo momento de luz.

Son tristes días
donde la partida viaja conmigo
y transmigra y reencarna
y se posa como un cuervo en todas las cosas.

Puede hacerse una fiesta
para celebrar el comienzo en todo fin
pero ¿qué color puede darle
al cielo la despedida?

Y el viento del sur
no puede llevarse lejos la tristeza
porque son días grises
por nubes grises que persisten en mis ojos.

No son días felices
son las horas más largas que nunca ví
y a la vez también
las que más rápido acercan al día cero.

Debe levantarse vuelo,
es inevitable a veces decir adiós,
es la única alternativa
por más que la tristeza se haga infinita, profunda, irremediable.

Un solo segundo del mismo aire
el último contacto de la piel en la piel
el momento de decidirse
y soltar las amarras o desesperar.

No son días alegres,
son días tristes...
para siempre.

27 MAR 09

1 comentario:

Unknown dijo...

No son días tristes, son días en nuevo estadío... Hermoso!