Un golpe de luz impensado
del hacha implacable del tiempo
ha calado una herida eterna,
ha abierto mi cráneo y mi espectro.
Necesita sólo un segundo
la oscuridad para encerrarnos
y derrumbarnos las paredes
y en la tiniebla sepultarnos.
Desde quién sabe dónde un golpe,
desde la nada surge un disparo
y no hay plan, sueño o esperanza
que alivie el dolor descarnado.
FEB 09
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