Un astro en la eterna galaxia
de un campo ausente de rincones;
en esa sábana verde
una flor áspera como un astro
o una estrella entre otras,
indiferente a todas.
Hace espinas la soledad,
(que ya salen de los huesos
y en dirección de la carne),
pero es ella quien vuelve hostil
cada voz de nuestro gesto.
Y lejos del destino
van flores de tierra aferradas
a ingenuas ilusiones del aire.
ABRIL, 2009
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